Los días me cubren de frío
lejos de ti y la esperanza.
¡Necesito el calor de tus manos,
vibrando sobre mi alma!
de Silvio Ernesto Pastrana
Llegaste a mí
como una sombra
en el silencio
de mi alma,
con tus labios
como pétalos
y tus manos
como llamas.
Por las noches
revives
en mis manos
y en mis labios,
¡erizada y eléctrica
como un fruto de los astros!